Parque de atracciones (Unionistas 4– Arenteiro 0)

 

Primero vi a Sando, apostado en una plaza repleta de seguidores de Unionistas en el barrio de San José. Debía quedar hora y cuarto y todos bebíamos. Yo tinta de Toro. Algunas bengalas hicieron acto de presencia entre cánticos conocidos. Cuando aprecié que nada iba a ocurrir, fui a darle la mano. Cascón me dio el permiso. Un seguidor de Unionistas que da la mano al expresidente de su club. Ni González, ni Aznar ni ningún presidente del gobierno habrán tenido la posibilidad de tanta verdad. Y mucho menos Florentino Pérez. Fútbol popular y presidentes populares. Y sí, nos dimos la mano y me reconoció, lo cual suena mucho peor: ningún presidente del gobierno ni del Real Madrid recuerda a los que le dan la mano, incluso cuando algunos pudieran haber sido sus exministros o exdirectivos.

 

De ahí al estadio, donde como mandan los cánones, sólo pudimos acceder al mismo a través de una sola puerta. Y éramos cinco mil personas. Me confirman que el ayuntamiento prepara mejoras en el Reina Sofía. Si ayer hubiéramos perecido diecisiete tras una estampida mañana mismo, justo tras los sepelios, habrían comenzado a mejorar los accesos. Porque de eso trata la política. 

 

Luego olisqueé el césped en sensación que me retrotrae a mi más tierna infancia, cuando con seis años accedí por primera vez a un campo de fútbol; en aquellos días La Rosaleda. Y claro, qué partido. Sin tener claro la pareja de laterales ni si Nespral estaba para llevar la manija, les devolvimos el 4-0 cuando ellos sabían que si ganaban accederían a la Copa del Rey. Salvo la primera media hora donde pegaron un poste y un larguero, fuimos mejores. Slavy, cómo no, más un inusual golazo de Losada, otro de Etxaniz y uno de Rojo. Goleada al Arenteiro. Gran despliegue táctico. Otra portería a cero. Gracias, Ponz.

 

Y si la semana pasada hubiéramos ganado en Majadahonda, habríamos sido sextos, por delante de la Cultural. Y si el Celta no hubiera cesado a Rafa Benítez… Jugaríamos playoff contra el Córdoba para luego, si hubiéramos pasado, jugarnos el ascenso ante el Ceuta o el Nàstic. Otra vez será. Porque queda claro que una capital importante que tuvo equipo en Primera, tarde o temprano, tendrá otro. Y Unionistas, sin duda, es el mejor posicionado para tomar ese testigo. Por lo pronto debemos dejarnos ya de lamer los playoff de ascenso para centrarnos en incrustarnos en ellos. Ayer casi cinco mil personas hacíamos la ola. 

 

Con el pitido final llegó la charla de Nespral, que no se sabe si se quedará en el cuerpo técnico de Unionistas o si se marchará de Salamanca. Deja pronto de ser jugador. Con 31 años. Como otros muchos jugadores dejarán Unionistas porque o no renovarán, o no les será propuesta la renovación, o regresarán sin viaje de vuelta a sus clubes de origen. Porque para mí, aparte de Nespral, me entristezco sabiendo que ni Slavy ni Carlos Giménez regresarán, al menos en unos meses, al Reina Sofía. 

 

Como la tarde estaba preparada para despedir a la manija asturiana, debo reconocer que me sorprendió que a la vez se anunciara que Dani Ponz también se marchaba. Podían haber esperado a hoy lunes para en una grata rueda de prensa, escoltado por Pescador y Rubén Andrés, haber dado las gracias y las razones. Pero como una cheerleader con micrófono, Ponz no nos contó nada, halagándonos como esos políticos apuestos que jamás contestan a las preguntas que les realizan. Y que conste que entiendo perfectamente que Ponz se vaya adonde más le interese. Pero que nos lo explique: nos lo merecemos. 

 

Y sin más, dejé el Reina Sofia esperando que la próxima vez que acuda –podrían pasar otro par de años– el estadio tenga 10.000 asientos numerados y el club, como poco, esté en Segunda División. Porque si algo tengo claro es que este proyecto es imparable. Y a los hechos me remito. Y un sueño: primera eliminatoria de Copa del Rey en El Helmántico. Si es que los otros no acaban desapareciendo por deudas y dejadez o si parte de su estadio se les viene abajo. 

No comments:

Post a Comment

Pages