Sin Etxaniz lesionado, en un equipo sin gol que además lleva semanas jugando fatal y teniendo partido en casa, a Ponz le quedaban ayer sólo dos opciones contra el Barcelona Athlètic: sacar desde el inicio a Slavy o pedir un día de asuntos propios y no aparecer por el Reina. Finalmente optó por lo primero, por lo que los que llevamos meses solicitando que juegue Slavy, al menos, más minutos, y ser titular algunas veces ganamos la porra: dos goles en veinte minutos del jovenzuelo cedido del Real Valladolid que casi fueron tres antes de la media hora. E incluso Losada, que no ve puerta a menudo por decirlo de una manera educada, ayer metió otro golito.
En estos meses he echado mucho de menos a los periodistas salmantinos que en las ruedas de prensa no van al grano con el asunto Slavy. Rotaciones violentas, tras victorias o derrotas, cambios de portero, alteraciones de líneas defensivas, el de la manija por el otro, pero nunca jamás de los jamases Losada y Etxaniz salían de la ecuación, que viendo cómo jugamos y el poco gol que tenemos siempre me ha llamado muchísimo la atención. Está claro que Ponz sabe lo que hace. Y que tanto Losada como Etxaniz le dan “otras cosas”, como siempre viene a decir nuestro míster. Pero la premisa básica de un delantero, y más en un equipo con porcentaje de goles marcados francamente enclenque, es meter goles. Y Slavy, mal que le pese a algunos, es nuestro máximo goleador desde el inicio de la temporada cuando si dividiéramos el número de minutos por los goles marcados –entendiendo que bastantes veces nuestro delantero muy suplente salió a diez minutos del final, cuando los contrarios pierden el tiempo durante descuentos insoportables– el sonrojo debería ser la respuesta.
Y sí, Slavy no es Cristiano Ronaldo, por mucho que lo imite en sus celebraciones. ¿Pero son acaso más parecidos al astro portugués Etxaniz, Losada o alguno del resto de miembros de la plantilla? Uno que no es entrenador sabe que a veces, la vida te ofrece las respuestas más sencillas a las preguntas más complejas. Y Unionistas no puede permitirse el lujo de que su máximo goleador chupe banquillo sin cesar, y tantas veces, sin sentido. Y si la próxima semana no sale desde el inicio en Irún, propongo un especial dirigido por Iker Jiménez sobre asuntos paranormales porque no existirá dimensión que comprenda este constante ninguneo.
Por lo demás, excelente partido de Unionistas que sorprendió a la grada que prácticamente llenaba el Reina Sofía en el último medio día de ayuda al club. Porque tras partidos infumables –en serio: entre el duelo contra la SD Logroñés y la semana pasada en Riazor yo me metía lo peor–, ayer tocamos el cielo, en defensa y en ataque, contra un equipo filial de uno de los mejores clubes del mundo, que está realizando una temporada sensacional y que muchas veces buena parte de su plantilla entrena, es convocada y hasta juega partidos de Primera División y Champions.
Mención especial, aparte de para Slavy, para Álvaro Gómez, muy incisivo y que además dio la asistencia del primer gol. Notable partido de Alfred Planas –al fin–, que dio el pase de gol a Losada, y de nuevo gran encuentro de Adri Gómez con un Tur muy serio y seguro, algo que tampoco es lo habitual. Hasta Camus, que siempre se incorporaba al ataque con perspicacia, defendió correctamente.
Tras la exhibición, completamente inesperada, uno mira la tabla clasificatoria y toma los siguientes apuntes. El primero, que la salvación ya está hecha, lo cual debería ser motivo de celebración ya que aún restan seis jornadas para finalizar el campeonato; y teniendo en cuenta nuestro presupuesto, deberíamos aceptar que somos un poco milagro. El segundo, que podemos luchar por el puesto de Copa del Rey que aún conserva el Arenteiro, con el que jugaremos el último partido en el Reina y el cual nos saca tres puntos y muy posiblemente el golaveraje. Pero existe un tercer apunte: de la misma forma que acceder a la quinta plaza que da acceso al playoff es harto imposible –la Ponferradina nos saca 11 puntos cuando restan en juego sólo 18 – sí existe una cábala a tener en cuenta: si el Celta descendiera a Segunda División –está sólo a tres puntos del descenso– el Celta Fortuna no podría jugar el playoff, por lo que la sexta plaza, que ahora mismo es de la Cultural y Deportiva Leonesa, sería a día de hoy el último aspirante al ascenso de categoría, la boya a la que agarrarse tras una temporada, por ahora, irregular. Y la próxima semana los leoneses, que nos sacan siete puntos, jugarán en Riazor cuando la siguiente jornada recibirán al Nàstic.
Cábalas, sólo son cábalas. Pero mientras tanto, sigamos disfrutando de la permanencia y del extraordinario encuentro de ayer.

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